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“La creatividad es ver lo que todo el mundo ha visto, y pensar en lo que nadie había pensado” (Albert Einstein)

 

La isla de Okinawa situada al sur de Japón, como todos los lugares del mundo tiene su propia historia, momentos de paz, como cuando uno se siente libre dentro de su país, sus costumbres, su idioma, orgullosa de su identidad y con momentos tristes, como cuando Okinawa se vio afectada por la segunda guerra mundial. Pero creo que lo importante es no perder la visión de que, aun así, como reza la canción Desiderata “la vida es todavía hermosa”. Okinawa, a pesar de pertenecer a Japón es diferente por su propio clima, mucho calor, poca contaminación ambiental, sus casas están hechas con materiales resistente a los tifones, ya que es la entrada de la mayoría que se forman cada año en el mar de la zona, un mar con una hermosa y singular variedad de peces por sus colores, formas y tamaños, como resultado de ser un arrecife de coral.

Tuve la oportunidad de vivir y trabajar en Naha, la antigua capital de Okinawa y vi muchas cosas que no se ven fácilmente en otros lugares, sus pobladores viven principalmente del turismo, por lo que hay muchos hoteles y tiendas de regalos, especialmente en la Calle Internacional, llamada en japones kokusai dori, (Kokusai = internacional y dori = calle), donde venden artesanías elaboradas con materiales que su propio suelo les brinda.

Me gustaba mucho visitar sus tiendas y entre tantas curiosidades lo que más me impresiono fue un pez con la boca parecida a la de las personas, y que se exhibía en el pequeño acuario de una de las tiendas, cuya foto muestro. Lo otro que me gustó fueron unas botellitas decorativas con arena en su interior mezclada con unos mini caracoles, pudiéndose leer en la etiqueta hoshi no suna, (hoshi significa estrella y suna significa arena), y en español se traduce como arena de estrellas. Cuando mis nietos vieron las botellitas me preguntaron: ¿sabes que es lo que hay dentro?… Arena contesté…, no abuela, – me dijeron – son animales…, sorprendida busqué la referencia en internet y fue poco lo que encontré, pero lo comparto. Efectivamente son organismos muy pequeños que viven en el mar adheridos a las raíces de las algas, su cuerpo es un caparazón con puntas y semejándose a una estrella, con unos orificios bucales por donde expulsan unos filamentos llamados pseudópodos que los ayudan a movilizarse. La forma de su cuerpo varía según el género, familia o grupo al que pertenecen, y cuando mueren unos se quedan en el fondo del mar y otros son arrastrados hasta la playa mezclándose con la arena, de ahí su nombre arena de estrellas como decía en las botellitas. Pertenecen a una especie llamada Foraminíferos y están considerados como mini fósiles muy útiles para la ciencia, ya que con el estudio de su caparazón se puede averiguar la edad de las rocas, y también como eran las corrientes oceánicas del pasado, la acidificación del mar, y tienen muchas más utilidades para la investigación científica, ya que su cuerpo formado por carbonato de calcio es muy sensible a los cambios climáticos, y en un medio ácido se disuelven fácilmente. Las playas donde más se encuentran son en las de Okinawa por su clima y condiciones marinas.

 

“No puedes agotar la creatividad, mientras más la usas más tienes” (Maya Angelou)

 

Esta simple artesanía de Okinawa que, aunque pequeña, se suma a la ayuda de la economía de su territorio, puede ser un ejemplo para hablarles a los niños de como la observación y el conocimiento del mundo que nos rodea puede darnos las oportunidades que necesitamos y mientras comparten la historia, podemos armar en origami unas estrellitas muy parecidas, fáciles de hacer y que tienen la propiedad de estimular el sentido del tacto, por lo que sería interesante hacer muchas de ellas, y a modo de juego pasarlas de una mano a otra. El origami es el arte de hacer figuras de papel, siguiendo las marcas que se trazan al doblarlo y desdoblarlo, para lograr el diseño que se desea. Al realizar este tipo de trabajo se desarrolla la concentración, la creatividad, fortaleciendo la motricidad fina necesaria para realizar actividades de precisión.

Materiales:

  • 1 papel de origami 15 cm. X 15 cm.
  • Tijeras.
  • Pegamento.

Indicaciones: Para realizar una estrella su tamaño dependerá del grosor de la tira de papel, como muestro en el ejemplo, cuatro tiras para el tamaño grande de 15 cm. x 2 cm., que se unirán con pegamento, tres tiras para la mediana de 15 cm. x 1 cm. y dos tiras para la más pequeña de 15 cm. x 0.5 cm. El proceso para armarlas es el mismo para todas.

Formar un pentágono realizando primero un enlace, luego ir envolviendo la figura procurando mantener la forma hasta terminar el largo del papel.

En el centro de las aristas del pentágono se marcará una hendidura con la uña o una regla, empleando la fuerza necesaria para no aplastar el centro del pentágono, girando y presionando las marcas, hasta que tome la forma de estrella.

 

María Mizuno

Coach AICM Nº 12154

 

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