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“Los alimentos del taller de Dios dan vida”

Cuando mis hijos empezaron a crecer, cada uno fue mostrando sus fortalezas y sus debilidades como es normal, desarrollando dos de ellos una alergia que se manifestó en asma. Busqué médicos que les pudieran ayudar a curarse, pero todos recetaban la medicina convencional, incluso tuve que aprender a poner inyecciones para vacunarlos contra la alergia, pero para mi decepción la alergia volvía. Por una casualidad conocí a una señora que me comentó que uno de sus hijos había superado el asma con un médico naturista, sin perder tiempo localicé al médico y le confié a mis hijos, y lo primero que me dijo fue: “Sra. será un cambio para toda su familia”.

Él nos enseñó a alimentarnos de la siguiente manera, lo básico eran 3 frutas diferentes en el desayuno, almuerzo y cena respectivamente. En el desayuno, además de las frutas, un jugo de verduras, leche de soya, avena de la forma que deseara, y alguna tostada opcional. En el almuerzo después de las frutas, una ensalada al natural, pescado al horno o pollo hervido sin piel, que podía combinarlo con arroz sin aderezo o un caldo de los mismos con verduras. Para la cena igual que el almuerzo, y si se deseaba algo más, se podían comer algunos frutos secos, u otros alimentos naturales. Aprendí que cada alimento tiene su propio sabor que se pierde al condimentarlos. Desde entonces, década de los años 80, hasta la actualidad (2022), intento mantener mi alimentación de esta manera, no significando ningún sacrificio porque supe adaptarme, y además como de todo si la ocasión se da, pero en mi casa esta es mi alimentación, y mi salud se mantiene en buen estado.

El Dr. de esta historia, aunque de muy avanzada edad en la actualidad, se llama Carlos Casanova Lenti, del sector de Huachipa en Perú. Una de sus máximas que siempre decía era que los alimentos del taller de Dios dan vida, porque oxigenan las células del cuerpo manteniendo la buena salud.

El lector estará de acuerdo que en todas las épocas se ha hablado de la bondad de los alimentos naturales, pero que no es un tema de conversación usual, aunque pienso que sería bueno reforzar y transmitir esta sabiduría de todas las formas, y que mejor que con el ejemplo desde casa, evitando así enfermedades que no se manifestarían.

Fue una época muy agradable para mi familia, porque el asma dejo de manifestarse y mis hijos pudieron crecer como niños sanos, sin tomar tantos medicamentos y fortaleciéndose su sistema inmune.

“Que tu alimento sea tu medicina”

Siendo un tema sencillo y real para compartirlo con sus hijos, los invito a realizar en origami unas bonitas fresas que podrán decorarlas a su agrado. El origami es el arte de armar figuras de papel siguiendo las marcas que se trazan según el diseño, y que además de ser un pasatiempo, es una herramienta de trabajo que ayuda a desarrollar la atención, la concentración, la creatividad y la motricidad fina al mover los dedos repetidamente para realizar las marcas del papel, ofreciendo muchos beneficios más, tanto a niños como a adultos.

Les indico el link en YouTube para facilitar el armado de las piezas: https://youtu.be/ZCVO7r4rYsA

Materiales:

Para la fresa pequeña:

  • Lámina de papel cuadrada de 7,5 cm x 7,5 cm

Para las hojas:

  • Lámina de papel verde cuadrada de 3,5 cm x 3,5 cm
  • Colores
  • Tijeras para cortar la forma de las hojas
  • Pegamento para unir las hojas con la fresa.

Para la fresa grande:

  • Lámina de papel de 15 cm x 15 cm.

*La pieza 3 doblarla sosteniendo el horizontal de la lámina.

 

María Mizuno

Coach AICM Nº 12154

Más información de la autora aquí