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Nuestra vida y la de nuestros seres queridos no es eterna. En el colegio nos enseñan geografía y a escribir sin faltas de ortografía, pero nadie nos enseña a aceptar la muerte como algo natural.

Hay dos aspectos interesantes: cómo se siente la persona que sabe cercano su final y cómo viven ese proceso y final sus allegados.

EL ENFERMO TERMINAL

Las fases por las que pasa alguien en esa situación son: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.

Los objetivos a tratar con su familia en ese momento son: desarrollar la escucha y cuidado del enfermo, reducir la ansiedad y los sentimientos de culpa, enseñar a manejar las emociones, informar sobre los recursos disponibles y facilitar el proceso de duelo.

LA PÉRDIDA

Llegado a este momento, la persona ya descansa de su paso por esta vida y a sus allegados les toca afrontarlo con naturalidad y serenidad tras un proceso de duelo.

El duelo es una reacción emocional individual que se produce ante la pérdida de un ser querido. Es importante que las reacciones no se conviertan en patológicas.

Las fases de ese duelo según su orden son: shock, reacción emocional aguda, desesperanza y recuperación.

El duelo patológico puede darse cuando la persona no expresa su pena, se estanca en alguna fase, el duelo se aplaza, se idealiza al fallecido o se vive su vida (adoptando por ejemplo de repente sus aficiones).

En importante tener todo esto en cuenta tanto si trabajamos con alguien que sepa próxima su muerte o la de un ser querido como si recién acaba de sufrir la pérdida, para conocer la fase por la que transita.

Disfrutemos la vida, aprovechemos el tiempo y contribuyamos a dejar un mundo hermoso.

 

Fátima Fernández Márquez

Coach  AICM Nº12803

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