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“Todos somos volcanes en crecimiento, que se acercan a la hora de su erupción” (F. Nietzsche)

                                                                                                                                                               Hay lugares que no se ven atractivos para vivir,  pero la singularidad de sus tierras y entorno, captan el interés de algunas personas que se dedican a resaltar la belleza escondida de estas áreas, atrayendo a turistas desde muy lejos para admirar lo que no se ve fácilmente dentro de las bellas ciudades, esta vez me refiero a Jigokudani, que se puede traducir como Valle Infernal, donde Jigoku se traduce como infierno, y Tani como valle, en el idioma japones al unir las dos palabras, la T se convierte en D. Este Valle está situado al sur de la isla de Hokaido, y recibe este nombre tan curioso por la constante humareda que sale de la falda del volcán, tomando la apariencia del lugar ficticio donde viven los diablos. Su última erupción fue hace aproximadamente 200 años, pero en el 2014 se activó una nueva alarma de erupción, por lo cual se considera un volcán semi activo. El agua se sus riachuelos llegan a una temperatura de 80º o más. Esta agua sulfurosa es aprovechada para satisfacer las costumbres japonesas, de relajarse dentro de las aguas termales conocidas como ONSEN.

El valle infernal, está cercado por montañas que, en las estaciones de invierno y comienzos de la primavera, están cubiertas de nieve, es una aldea con hoteles, que se caracterizan por ofrecer el servicio de los ONSEN. Hay pocas viviendas, algunas tiendas de souvenirs y algunos restaurantes que ofrecen pescados y mariscos, manteniéndolos vivos hasta que el cliente los compra para ser preparados al momento. Las calles están decoradas con diablos gigantes que llevan un mazo entre sus manos. Dentro del valle existe un parque con la exhibición de mazos en diferentes colores, que se corresponden con los valores que se deben cuidar, como son la salud, los estudios, el dinero, la familia, etc., vendiéndose en miniaturas como amuletos en las tiendas de regalo.

Tuve la oportunidad de visitar este valle invitada por mi hijo y su familia, quienes compartieron conmigo historias y costumbres de esta zona que yo no conocía, como por ejemplo el uso de piedras volcánicas para cocinar los alimentos sin generar humo. Fue así como nos sirvieron el menú en el restaurante del hotel, con las piedras calentadas previamente en el horno, de tal manera que con las compactas pudimos cocinar la carne fileteada, y con las porosas pudimos mantener el pan caliente.

“Para llevarse bien no se necesitan las mismas ideas, se necesita el mismo respeto”

Siendo una de las curiosidades que guarda el país de Japón, y habiendo encontrado un diablito confeccionado en el arte del origami, lo comparto para recrear a los niños y vean esa figura desde una perspectiva comercial, lejos del temor que a veces equivocadamente se les infunde, respetando las ideologías, pero como dicen los expertos “el aprendizaje es más efectivo bajo la emoción de felicidad que bajo la emoción del miedo” … ¿Qué opina el lector?

El origami además de ser un arte, es un pasatiempo que ayuda a desarrollar la capacidad de atención, concentración, creatividad y la motricidad fina, al doblar, desdoblar y marcar el papel repetidamente, beneficiando tanto a niños como a adultos.

Comparto el link de YouTube, para facilitar el trabajo y para observar el movimiento de las manos.

https://youtu.be/63NpdoJfkMs   para el cuerpo

https://youtu.be/ezJ3zs8tJsQ   para la cabeza

Materiales:

El cuerpo:

  • Una lámina de papel de 15 cm. x 15 cm. en color celeste,
  • Un trozo de papel amarillo para la falda
  • Rotulador para decorarla.

La cabeza

  • 1 lámina de 15 cm. x 15 cm. del color de su preferencia
  • Recortes de papel de color para el pelo.
  • Pegamento.
  • Tijeras.
  • Lápices de colores.

 

María Mizuno

Coach AICM Nº 12154

Más información de la autora aquí