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Todas las tardes esperamos que sean las 20:00 horas para poder salir a nuestro balcón. Tanto mi marido como yo, escuchamos y aplaudimos con ganas, pues es un momento especial: el momento de apoyar de todo corazón a todas las personas que están ahí y que no vemos, pues se encuentran en todos los sectores, desde la persona que atiende una llamada de urgencia o transmite ese mensaje calmado para que su interlocutor no desfallezca por sus ánimos perdidos, apoyándolo y dándole la atención que merece, hasta el Policía de Barrio que nos acompaña si precisamos su ayuda; el momento de hablar con nuestros vecinos y vecinas, de reír, comentar anécdotas, aunque sea a grito pelado, y darnos las gracias entre nosotros mismos porque hemos vencido un día más al dichoso Virus. ¡Hacemos vida social!

Lo gracioso del asunto es que este sábado pasado, que nos lo pasamos pipa por cierto, hacían un festival de disfraces y no nos habíamos enterado. Salimos al balcón como de costumbre y vemos a todos los vecinos disfrazados. Ni cortos ni perezosos, nos ponemos nuestras mejores galas de manera improvisada en dos segundos y ya estamos preparados para la fiesta con plumas, sombreros, collares de cuentas, entre otros complementos del estilo de los años 20.

Celebramos que no haya prejuicios de ningún tipo y que cada uno pueda mostrarse como es, sin necesidad de recurrir al glamour, o pretender llevar el disfraz mejor hecho, riéndonos a mandíbula batiente si a alguno se le ocurre cualquier cosa, sin molestarnos en pensar si a alguien le parece mal que se ponga música en el barrio o no.

Con nuestro día a día, llenamos el vacío espacio de luz, color y alegría, risas y música, y creednos, durante una hora olvidamos este gran problema. No solamente colaboramos en esta iniciativa que uno de los vecinos ha propuesto de manera solidaria, durante el día también nos es grato colaborar en otros colectivos, apoyando, dando ánimos a la comunidad y transmitiendo esa pequeña gran felicidad que sentimos al ver que “es un día más, pero también es un día menos”, lo que nos hace recordar que todos, y cada uno de nosotros, desempeñemos la función que desempeñemos, somos y seremos siempre importantes a lo largo de nuestra vida . ¡¡Nos necesitamos, no lo olvidemos!!.

Vanessa Garbajosa Barceló