Un tema recurrente que se aprecia como factor que impide el avance personal es la dependencia emocional. Cabe destacar la dependencia que se observa tras la ruptura de una pareja tóxica.
El dependiente afectivo suele presentar bajo umbral para el sufrimiento, miedo a lo desconocido, apego al pasado, baja tolerancia a la frustración e ilusión de permanencia.
Hay un profundo temor al abandono y una sensibilidad extrema al rechazo afectivo. Con el tiempo, estar mal era una costumbre en la pareja. Aún así́, se niega a la ruptura.
En el fondo hay una serie de distorsiones cognitivas como son excusar el poco o nulo amor que recibe o no resignarse a la pérdida.
Entre los factores causales estarían las carencias afectivas tempranas y factores socioculturales.
Es importante identificar cuándo puede estar asociado a un trastorno de la personalidad, por lo que el cliente debería ser derivado a un psicólogo.
Como coaches, debemos identificar preguntas poderosas que ayuden al coachee a encontrar las respuestas a ese estado negativo y las soluciones para crear su propio proyecto de futuro lejos de esa dependencia.
Fátima Fernández Márquez
Coach AICM Nº12803
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