En los últimos tiempos se habla mucho de comportamientos incívicos, agresiones cometidas junto con el sentimiento de protección que da el grupo…
La personalidad antisocial es aquella en la que la persona continuamente manipula, explota o viola los derechos de otros y, a menudo, su comportamiento puede ser delictivo. Descuida su propia seguridad y la de otros. No muestra culpa.
Hay factores tanto genéticos como ambientales que pueden favorecer su desarrollo.
Los síntomas tienden a alcanzar su punto máximo durante los últimos años de la adolescencia y comienzos de los 20 y pueden mejorar por sí solos cuando la persona llega a los 40. De ahí́, que muchas de esas noticias actuales estén protagonizadas por individuos de esas edades.
Las relaciones que mantienen con los demás son de carácter agresivo y dominante. Ridiculizan a otros creyendo que así́ ellos no serán sometidos. Son muy impulsivos.
¿Por qué captan a otros con tanta facilidad? Un antisocial puede ser visto con cierta admiración, como un “guerrero” y con quien se pueden “sentir emociones fuertes”.
Es necesario todo un proceso de reeducación para cambiar patrones y orientar la vida de esta persona con muestras de lo que podría ser una personalidad antisocial, y, a la vez nuestro coachee, hacia actitudes más responsables y cooperativas. Hay que destacar que, de ser necesario, debería aconsejarse evaluación y terapia psicológica.
Fátima Fernández Márquez
Coach AICM Nº12803
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