El concepto de motivación proviene de la palabra mover, de qué cosa nos mueve o impulsa a hacer algo. Tener una meta que alcanzar es estimulante.
Algo fundamental en el trabajo con un cliente es conseguir que su motivación para lograr sus objetivos persista.
La motivación es interna y personal. Cuando algo que no tenemos lo vivimos como valioso para nosotros (necesidad), nos motiva a conseguirlo.
Cuando la persona se encuentra con obstáculos, puede incrementar su esfuerzo y llegar a vencer el obstáculo. De no ser así, sentirá frustración.
Ante un obstáculo o deficiencia insalvable, la conducta equilibrada es replantear la situación y el objetivo. Es importante una dosis de realismo.
Cada cual tiene su jerarquía de necesidades, si bien la mayoría son comunes a todo el mundo.
Cómo motivar a nuestro coachee:
- Hazle sentir que lo que hace es importante.
- Deja que actúe con autonomía.
- Sorpréndele con tareas que supongan un reto.
- Hazle ver sus errores como oportunidades de aprendizaje.
- Celebra sus éxitos.
- Utiliza lenguaje de logro.
Así realizamos un acompañamiento motivador para lograr conseguir los objetivos que previamente se han fijado.