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Para comenzar, los invitamos a leer el artículo anterior sobre Adolescencia, Bullying y Conductas de Riesgo AQUÍ. La temática que abordaremos hoy «Consumo problemático en la adolescencia» se desprende de las conductas de riesgo mencionadas en dicho artículo.

¿Qué es un consumo problemático? Por definición, aquello que incide en forma negativa en nuestras vidas afectando nuestra salud física, psíquica y/o las relaciones sociales. Esto puede darse en forma crónica pero también ocasional. Mientras preparaba la charla, traté de recordar situaciones que habían sucedido en mi juventud y encontré un ejemplo de consumo problemático “ocasional” y que podría servirnos para entender mejor este concepto. Unas amigas que viven en una localidad que se encuentra a 40 Km de mi ciudad habían venido a bailar a la ciudad de La Plata. Luego de una larga noche volvieron a su localidad, tuvieron un accidente en la ruta y volcaron. Algunas se lastimaron y otras fueron hospitalizadas. Sin embargo, afortunadamente nada grave les sucedió a ellas ni a terceros. En este caso el consumo de alcohol “ocasional” se vuelve problemático si me subo a un auto y manejo. Luego tengo un accidente y/o atropello a alguien. Podríamos decir que la adicción es un consumo problemático pero no todos los consumos problemáticos son adicciones. El consumo problemático es un fenómeno social, complejo y heterogéneo. Para abordarlo se necesitan varias miradas. Se trata de una problemática multicausal que sólo puede ser abordada desde una perspectiva relacional y multidimensional. Por eso es necesario problematizar el consumo y sus dimensiones: la sustancia, el sujeto y el contexto. ¿El problema es la sustancia?, ¿el problema es el sujeto? o ¿el problema es el contexto? Es importante tener en cuenta que ni la prevención centrada en las sustancias ni la focalizada exclusivamente en la persona han logrado evitar que las personas consuman. Debemos dejar de centrarnos en cada una de las dimensiones de la problemática para pasar a una perspectiva relacional. Esta perspectiva se nutre del paradigma de la complejidad donde las acciones de prevención tienen en cuenta la mayor cantidad de aspectos que supone una determinada situación.

A continuación, ejemplos de consumos que pueden volverse problemáticos (ya que existe el consumo simple y el consumo recreativo también):

  • El alcohol
  • La Tecnología
  • Las drogas
  • Las compras
  • La alimentación
  • El sexo
  • El uso de plataformas como Netflix
  • El trabajo
  • Los videos juegos
  • Una relación amorosa
  • El uso del celular

En fin, cualquier consumo que sea diagnosticado como compulsivo. Hoy en día, podemos observar consumos problemáticos propios de esta época como lo es la ciberdependencia. La ciberdependencia es una serie de comportamientos donde las personas convierten en imprescindibles las herramientas digitales, los teléfonos celulares o los videos juegos invirtiendo tiempo considerable en el uso de redes sociales y aplicaciones e interfiriendo con el curso de la vida normal.

El consumo problemático es sólo la punta del iceberg. La pregunta es ¿qué se está canalizando a través de ese consumo?

El sujeto postmoderno es un sujeto inmerso en una sociedad de consumo, fragmentado, inserto en estructuras y relaciones más líquidas con lazos sociales más debilitados y con una baja tolerancia a la frustración lo que genera incertidumbre y ansiedad. El consumo aparece como respuesta a todo ese malestar. El consumo nos atraviesa. Pareciera que hay que consumir más y cada vez en menos tiempo. También existe un malestar que es estructural y para referirnos a él vamos a pensar en “El Malestar en la Cultura” escrito por Freud en 1930. Ese es el texto más filosófico de Freud en el que habla de la renuncia pulsional que nos exige la cultura y sobre la cual ella se edifica. Esta renuncia pulsional que exige la cultura tiene consecuencias. El ser humano se lanza en busca de compensaciones a esa renuncia.

Freud identifica tres fuentes de sufrimiento:

  1. El propio cuerpo que marca nuestros límites (nuestro cuerpo se enferma, envejece, cambia y muere)
  2. El mundo exterior (la naturaleza).
  3. Las relaciones sociales.

Sobre las dos primeras fuentes no podemos hacer nada, son inevitables. En el caso de la tercera, Freud explica que suelen ser la mayor causa de sufrimiento para los seres humanos.

Frente a este sufrimiento estructural, el ser humano sigue buscando refugio en: La religión, las sustancias tóxicas o embriagadoras que nos prometen la huida momentánea del mundo o la sublimación (a través del arte, música, deportes, idiomas, etc. Es decir, actividades valoradas culturalmente).

¿Qué podemos hacer como docentes?

– Estar informados: La nueva ley de Salud Mental N° 26657 en el artículo 4 contempla a los consumos problemáticos y al sujeto como un sujeto de derecho.

– Capacitarnos Existe una línea anónima que funciona las 24 horas y los 365 días del año que es el SEDRONAR Línea 141. La Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina reforzó la línea con un equipo de psicólogos de apoyo para las personas que soliciten un seguimiento remoto posterior al llamado. Brinda orientación y acompañamiento en cualquier punto del país de forma gratuita.

– En la escuela: Incluir la temática en el PEI para poder generar proyectos integrales preventivos. Ya que todo lo nos atraviesa forma parte de la escuela.

– Los docentes:

Entender que es una temática abordable desde todos los espacios curriculares y que nosotros los adultos somos agentes preventivos.

Ante una situación de consumo problemático, debemos suspender el juicio. Debemos simplemente “ver al otro” como alguien que necesita ser escuchado. A veces la escuela es el primer lugar donde se detecta un consumo problemático. De ser así, trata de no estar solo frente a esa escucha.

Reflexionar: Ese adolescente está tratando mediante el consumo problemático hacer soportable algo que le es insoportable.

La escuela es un ámbito de contención, de escucha y de generación de vínculos de confianza. Es un lugar donde los malestares pueden ser leídos y por lo tanto los docentes actuamos en consecuencia.

Si el consumo se da dentro de la escuela, es un mensaje que está pidiendo lectura del mundo adulto y también una acción. Y sea apoyando tratamiento, adoptando trayectorias escolares, promoviendo vínculos positivos, trabajando con la familia y la comunidad para generar espacios más saludables e inclusivos.

Distinguir entre el ser y el padecer. Nadie es adicto sino que padece una adicción. Nadie es “usuario/consumidor problemático” sino que transita una situación de consumo problemático.

Para finalizar, debemos recordar que existen distintos tipos de Prevención:

  1. Prevención Inespecífica Cuando una escuela realiza una muestra artística, una actividad deportiva o socio-comunitaria está desarrollando acciones y estrategias de prevención inespecífica.
  2. Prevención Específica. Se brinda información significativa sobre los discursos y las prácticas asociadas al consumo en general y al consumo de sustancias psicoactivas.
  3. Prevención Indicada. Estrategias que se articulan entre docentes, equipo de orientación y el equipo de conducción. Está dirigida a aquellas personas que se encuentran atravesando una situación de consumo problemático y por lo tanto presenta factores de riesgo para futuros usos indebidos de drogas.

No nos olvidemos en primer lugar, que la comunicación y los vínculos se basan en el cuidado de sí y del otro. Por último, tampoco olvidemos que prevenir SIEMPRE es mejor.

 

Vanina Celeste Lopérfido

Profesora de Inglés y Licenciada en la enseñanza del Inglés. Estudiante de Psicología. Coach AICM Nº13460

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