En la sala no había ruido, pero tampoco vacío.
Sara lo sabía porque el silencio no siempre era ausencia. A veces era un campo abierto. Otras, un puente.
Llevaba años trabajando como coach, aprendiendo estructuras, modelos, preguntas. Pero nadie le había enseñado lo más difícil: cuándo callar y cómo sostener ese silencio sin huir de él.
Frente a ella, Marcos evitaba mirarla. Acababa de preguntarle: ¿Qué es lo que más temes de este cambio?
Y después se detuvo.
No corrigió. No suavizó. No explicó.
Solo dejó que el silencio se quedara.
Al principio, ese tipo de silencio le pareció cruel en sí misma. Pero con el tiempo comprendió, como explica Turner en su estudio sobre el silencio en coaching, que callar
no es retirarse, sino crear un espacio activo donde el cliente puede reorganizar su pensamiento y conectar con lo que aún no sabe decir
Pasaron unos segundos.
Luego otros.
Marcos respiró hondo.
—Tengo miedo de darme cuenta de que no soy tan bueno como creo. Ahí estaba.
No era una respuesta superficial. No habría aparecido con otra pregunta. Había emergido en el espacio que deja el silencio.
Sara recordó entonces algo que había leído en coaching psicológico: el silencio es una herramienta que facilita la Comprensión , el procesamiento interno y la construcción de significado cuando no es usado como relleno, sino como presencia consciente. Turner hablaba de él como un “espacio liminal”, un lugar entre lo que se sabe y lo que aún está por revelarse
Pero con el tiempo comprendió que no todos viven el silencio igual.
Con algunos clientes, ese espacio les angustiaba. Con otros, en cambio, parecía natural, casi cómodo.
Y allí comenzó a interesarse por el silencio desde otra mirada.
Leyó el trabajo de Qiqi Zhu, que explicaba cómo en muchas culturas orientales el silencio no se interpreta como falta, sino como forma de comunicación no verbal, respeto y armonía, donde el cuerpo, la pausa y el contexto transmiten significado tan claramente como las palabras
En ese enfoque, el silencio no era una técnica: era un lenguaje.
Un gesto.
Una postura.
Una distancia.
Una forma de estar.
Esa idea también la encontró en estudios sobre comunicación no verbal y silencio en castellano. En una tesis española sobre el silencio en la interacción, se mostraba cómo el silencio se acompaña siempre de señales corporales: mirada, tensión muscular, postura, respiración. El silencio, decía, nunca es neutro: está lleno de significado aunque no tenga sonido.
Y en un trabajo de pragmática intercultural, Julia Vivas explicaba cómo en culturas orientales el silencio representa respeto y profundidad, mientras que en muchas
occidentales se asocia a incomodidad o vacío. Dos modelos distintos de entender lo mismo: la ausencia de palabras.
Sara comenzó a ver algo claro.
En el coaching occidental, el silencio se usa como herramienta que provoca reflexión. En la tradición oriental, el silencio es también una forma de cuidado, contención y respeto.
Dos miradas distintas, pero no opuestas.
Esa unión también estaba presente en estudios internacional sobre el “split-brain” y la conciencia: cómo la mente no es una sola voz, sino una conversación interna constante entre partes del cerebro. Y cómo, incluso cuando esas partes parecen separadas, pequeñas conexiones permiten mantener la integración. Algo parecido ocurre con el silencio: separa, pero también conecta.
Como si fuera un espacio donde todo se reordena sin necesidad de palabras. Cuando Sara volvió a mirar a Marcos, este sonreía levemente.
—Nunca me había sentido tan escuchado sin que me hablen —dijo.
Ella no respondió.
Y dejó que ese silencio dijera el resto.
RimaPalVal.
Coach AICM Nº14271
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Referencias bibliográficas
- Turner, A. F. (2019). Silence and its role in coaching practice. The Coaching Psychologist, 15(1), 56–61. https://doi.org/10.53841/bpstcp.2019.15.1.56
- Zhu, Q. (2025). The Art of “Silence” in Interpersonal Communication. Open Journal of Modern Linguistics, 15(1), 69–77. https://doi.org/10.4236/ojml.2025.151005
- Fillery-Travis, A., & Cox, E. (2014). Researching Coaching. En E. Cox, T. Bachkirova & D. Clutterbuck (Eds.), The Complete Handbook of Coaching (seg. ed.). SAGE. Disponible en: https://repository.mdx.ac.uk/download/142206a17d3567dff401128a75c69142f0 4726c76cd8870c89ead3bf793c4449/291001/32_Cox%20et%20al_Ch-31.pdf
- Sharpley, C. F. (1997). The influence of silence upon client-perceived rapport. Counselling Psychology Quarterly, 10, 237–246.
- Escuela Europea de Coaching (2021). El manejo del silencio: una de las habilidades clave en coaching. Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/coach/manejo-silencio-coaching
- EFIC – Escuela de Formación Integral en Coaching (2018).El silencio, destreza en coaching. https://efic.es/el-silencio-destreza-en-coaching/
- Vivas Márquez, J. (2011). El relativismo cultural del silencio. Una propuesta para el aula de ELE desde la pragmática intercultural. https://marcoele.com/descargas/13/vivas-silencio.pdf
- Mateu Serra, R. Silencio y comunicación no verbal. Tesis doctoral, TDX. https://www.tdx.cat/handle/10803/8173