La mente puede ser un refugio… o un laberinto.
A veces sentimos que pensamos siempre lo mismo, que las preocupaciones se repiten, que la mente nos lleva a lugares que no queremos visitar. Pero lo más importante es recordar algo fundamental:
Los pensamientos no son un destino fijo.
Son caminos neuronales que pueden transformarse.
La neuroplasticidad —la capacidad del cerebro para cambiar, reorganizarse y crear nuevas conexiones— es la prueba más hermosa de que siempre podemos elegir una nueva forma de pensar.
Una más amable, más consciente y más alineada con lo que queremos construir.
En este artículo te explico, de manera sencilla y práctica, cómo funciona este proceso y cómo comenzar a reprogramar tus pensamientos desde la base: tu cerebro.
¿Qué es la neuroplasticidad?
La neuroplasticidad es la capacidad que tiene el cerebro de cambiar a lo largo de la vida. No importa cuántos años tengas ni cuántas veces hayas repetido un pensamiento: “tu cerebro siempre puede crear una ruta diferente”
Cada pensamiento que repetimos crea una conexión. Y mientras más veces se repite, más fuerte se vuelve ese camino mental.
Por eso sentimos que ciertos pensamientos “vienen solos”: el cerebro elige la ruta más conocida, aunque no sea la más saludable.
La buena noticia es que el cerebro también responde cuando le damos nuevos caminos. Eso es neuroplasticidad: la posibilidad permanente de transformación.
Como se forman los pensamientos repetitivos
Los pensamientos repetitivos funcionan como hábitos. Son patrones mentales que se activan automáticamente.
Cuando vivimos estrés, miedo, duda o dolor emocional, el cerebro crea conexiones que buscan sobrevivir, no necesariamente hacerte feliz.
Por eso aparecen pensamientos como:
- “No voy a poder.”
- “Todo me sale mal.”
- “Siempre es lo mismo.”
- “¿Y si algo sale mal?”
- “Algo debe estar mal conmigo.”
No son verdades absolutas. Son rutas neuronales fortalecidas por la repetición.
Y aquí viene el punto clave:
Si un pensamiento se creó por repetición, también puede desmontarse por repetición.
Como reprogramar tus pensamientos desde la neuroplasticidad
Aquí empiezas a transformar tu mente desde un lugar consciente y amoroso:
- Observa sin juzgar. No puedes cambiar lo que no ves. Cada vez que un pensamiento desagradable aparezca, respóndete: “Esto es un pensamiento, no un hecho.” Esta frase abre espacio entre tú y lo que piensas.
- Redirige, no pelees. El cerebro no se calma luchando contra un pensamiento. Se calma ofreciendo uno más útil. Ejemplo:
- ❌ “No voy a poder.”
- ✔ “Puedo intentarlo paso a paso.”
- ❌ “Siempre me pasa lo mismo.”
- ✔ “Hoy puedo elegir algo diferente.”
No son frases “positivas vacías”, son rutas nuevas.
- Repite con intención. La neuroplasticidad solo se activa con repetición. El pensamiento nuevo necesita práctica constante. “No es magia. Es entrenamiento” Así como un músculo crece con ejercicio, una nueva red neuronal crece con repetición consciente.
- Confírmalo con microacciones El pensamiento solo se consolida cuando el cuerpo lo acompaña. Ejemplo: Si trabajas el pensamiento “soy capaz”, da una acción pequeña que confirme esa capacidad:
- Mandar un correo.
- Terminar una tarea pequeña.
- Tomar una decisión sencilla.
El cerebro necesita evidencias, no perfección.
- Sé amable contigo en el proceso. No estás “fallando” si los pensamientos antiguos vuelven. Simplemente son rutas más viejas. Requieren amor, paciencia y constancia, así que hablarte bonito también es neuroplasticidad.
Reprogramar tus pensamientos no es borrar tu historia; es enseñarle a tu cerebro una forma más consciente de caminarla.
Tus pensamientos no están escritos en piedra, son caminos que puedes reforzar o dejar atrás.
La neuroplasticidad nos recuerda que nada en la mente es definitivo.
Que cada día podemos construir una ruta más amable, más clara y más conectada con lo que somos.
Cada nuevo pensamiento que repites es una semilla, cada microacción una raíz y con el tiempo, terminas caminando un paisaje mental completamente diferente.
Porque tu mente no es tu enemiga…
Solo necesita aprender un camino nuevo, y tú tienes el poder de mostrárselo.
Luisana Bermudez
Coach AICM Nº14256
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