A veces nos comparamos con los demás y pensamos que no estamos a la altura. Sin embargo, solemos olvidar que cada persona tiene fortalezas y talentos únicos que pueden crecer y brillar.
Superar la sensación de inferioridad empieza por enfocarse en aquello que sí sabemos hacer. Piensa en tus aptitudes: ¿qué cosas se te dan bien? ¿Qué te ha ayudado a superar dificultades en el pasado? Reconocer estas capacidades refuerza tu confianza.
Repasa tus logros, grandes y pequeños. Todo suma: cada paso dado, cada reto superado aumenta tu valor personal. Y recuerda que aprender y mejorar también son aptitudes que se pueden entrenar cada día.
Para avanzar, pon en acción tus puntos fuertes. Márcate retos realistas que te permitan crecer y consolidar tus habilidades. Cada acción realizada con determinación te ayudará a verte de una forma más positiva y segura.
No necesitas que nadie te valide. La confianza nace cuando eres consciente de todo lo que puedes aportar. Mírate con ojos de futuro y apuesta por tu propio desarrollo.
Cuando dejas de compararte, empiezas a brillar tal como eres.
“No compitas. Construye. Aprende. Disfruta de ser quien eres.”
Virginia Dröm
Coach AICM Nº 12734
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