La depresión es un trastorno del estado anímico, en el que influyen tres factores: frustración, fracaso y deseo. El deseo cuando no se lleva a cabo, produce frustración, al igual que el fracaso. Hay además personas que nunca están satisfechas.
No hay que confundir depresión con duelo (por ejemplo, por la muerte de un familiar).
Mención especial, merece la depresión existencial: no verse capaz de encontrar nada que llene a la persona en diversos ámbitos, como son la familia, la amistad, la pareja, el trabajo…y sentirse fuera de lugar. Puede llegar al suicidio.
La depresión no se cura con consejos banales ni con frases en una taza de desayuno. Es necesaria terapia y motivación.
El estrés, por su parte, es la fuerza compensatoria que se realiza para no ceder ante la presión.
Hay quien no responde a un patrón tradicional de estrés, sino que se encuentra quemado (síndrome de burnout).
Existen personas que están especialmente predispuestas a sentir estrés, incluso ante cualquier pequeño fastidio cotidiano.
¿Por qué triunfan los programas tipo “La isla de las tentaciones” o “Gran Hermano”? Precisamente porque son un medio de evasión. Hay un desplazamiento de la agresividad que producen las frustraciones cotidianas al participar en la ridiculización de estos personajes. Lo mismo que hablar de las miserias de los vecinos.
El coaching ayuda a encontrar respuestas a preguntas y motivación en época de desesperanza.
Fátima Fernández Márquez
Coach AICM Nº12803
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