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“Los libros, las mentes y los paraguas, sólo sirven si se abren” (Anónimo)

Comenzó la época de las lluvias en diferentes partes del mundo, y aunque en Japón es una característica de su clima, en estos meses las lluvias son más seguidas, lo cual nos invita a llevar el famoso paraguas cada vez que salimos de casa, pero… ¿existieron siempre los paraguas?, ¿de quién fue tan excelente idea?

Según la información recogida, el primer paraguas con forma de seta que se conoció fue encontrado en la tumba de Qin Shihuang, rey del estado chino, entre los años 247 y 221 a.C., no se sabe que persona lo inventó, pero indudablemente fue en la China, y el origen de la inspiración parece obvio, al observar la variedad de setas que crecen en los campos de la China, creo que puede afirmarse que fue una inspiración en la naturaleza.

También hay registros en otras sociedades muy antiguas, como la egipcia, la romana e incluso en América donde se utilizaban parasoles o sombrillas con forma de platos, o armados de plumas con el mismo fin, pero el modelo de seta que usamos en la actualidad, según la información que he revisado nació en la China.

Antes de ser paraguas fueron sombrillas, que se armaban con varillas de bambú y eran muy pesadas, la parte que hacía sombra se forraba con papel, tela o seda, y eran decoradas con diseños de flores de colores, pero no se podían plegar. Al evolucionar la idea y sin cambiar su forma básica, se confeccionaron con materiales más livianos, impermeabilizando las telas, cubriéndolas con cera y barniz para poderlos usar bajo la lluvia, naciendo así el paraguas. Después de algún tiempo se crearon las sombrillas y paraguas plegables.

En la época de los intercambios comerciales que se originó en China por la conocida Ruta de la Seda, en el siglo I a.C., la sombrilla fue llevada por los diferentes países de su recorrido. A Roma llego en el siglo IX y de allí se expandió por toda Europa, pero su uso era exclusivo para las mujeres de la alta sociedad. En el siglo XVIII, la historia recuerda al inglés Jonas Hanway, como el primer hombre en usarlo, rompiendo así con las normas de la sociedad de Londres de aquella época.

Al pasar el tiempo, se crearon los primeros talleres para su confección en Francia y en España. Poco a poco y sin perder la forma original de seta, se utilizaron materiales de menor costo para que todas las personas pudieran utilizarlos.

“Hay un libro siempre abierto para todos los ojos: La Naturaleza” (J. J. Rousseau)

Realmente pienso que la naturaleza es una maestra excelente y una gran fuente de inspiración, tal vez ustedes también estén de acuerdo con esta reflexión y querrán comentarla con sus hijos, ya que los niños quieren saber de todo, y si aprenden jugando difícilmente lo olvidarán. Para compartir la historia del paraguas o de la sombrilla, les presento unas hechas con el arte del origami, que es la técnica de armar figuras en papel, siguiendo los trazos que se marcan al doblarlo y desdoblarlo, y que demás de recrear la mente, ayuda a desarrollar la creatividad, la concentración, y fortalece la motricidad fina, tan necesaria en el desarrollo infantil.

Materiales:

  • Dos láminas de papel de origami (15cmX15cm)
  • Una lámina del mismo papel de 7X15 para confeccionar el bastón del paraguas
  • Pegamento
  • Tijeras

Indicaciones: Para hacer un paraguas se confeccionarán 2 iguales, aunque el color puede ser diferente. Si el papel es de un solo color puede decorarse al gusto. Si se desea, puede confeccionarse además un aro de papel del grosor del bastón que pueda deslizarse para abrir y cerra el paraguas, como se muestra en las indicaciones.

 

María Mizuno

Coach AICM Nº 12154

 

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