Está claro que en la vida es muy importante estudiar mucho para conseguir un gran trabajo que nos aporte una ingente cantidad de dinero con el fin de poder comprar y hacer lo que nos apetezca. Debemos ser empleados feroces con una gran ambición para superarnos cada día. ¿Ascender? ¿Ganar más? ¿Trabajar más horas? ¿Un mejor puesto para tener un estatus superior? ¡Por supuesto!
Además, debemos ser deportistas sobresalientes, el mejor cónyuge, tener el coche más grande, hacer el viaje más lejano y largo, tener las notas más altas, las redes sociales con más likes, leer los libros con más páginas y saber más que nadie de cine y música.
Un momento. ¿Estamos seguros de esto? ¿Realmente eso es el éxito o es lo que la sociedad nos dice que debe ser? ¿No puede existir la posibilidad de que para personas como tú y como yo eso no se acerque para nada a lo que consideramos el éxito? Efectivamente, la respuesta a esta última cuestión es que sí.
Afortunadamente existen tantos mapas mentales como personas en el mundo y a unas la satisfacción o realización les llegará por medio de ser el mejor empleado del mes con el coche más grande y a otros con leer un libro a la orilla de un lago sin más preocupación que tener tiempo libre para disfrutar de ese momento todas las veces que quiera.
Debes hablar contigo mismo y encontrar qué es lo que a ti te hace feliz, lo que consideras que es el éxito. Nada ni nadie debe imponértelo. Si lo que te realiza es trabajar mucho para ganar dinero y tener un estatus envidiable, ¡Adelante!, pero si es la estabilidad, los pequeños momentos, la tranquilidad, ser poco competitivo para no tener enfrentamientos, tener tiempo libre y disfrutarlo, la familia… Adelante también.
Y si no tienes claro qué es lo que realmente quieres o te hace disfrutar y te llena como persona puedes ponerte en contacto con un coach. Te ayudará a hablar con tu yo interior y que traces un camino hacia tu felicidad, siempre buscando tu beneficio, sin que te influya lo que marque la sociedad o te digan los demás.
Y recuerda, eres perfecto o perfecta tal y como eres.