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¿Qué es un psicópata? Un psicópata no tiene por qué ser un asesino. Un psicópata no es un enfermo mental. Un psicópata es alguien con total falta de empatía y sentimiento de culpa, alto egocentrismo e impulsividad y con tendencia a la mentira y la manipulación.

El psicópata considera a los demás como un mero medio para satisfacer sus necesidades. Sabe lo que hace y por qué lo hace. No aprende del castigo ni de los errores. Es muy difícil o imposible su resocialización, pues no ve razón para cambiar.

¿Cuáles podrían ser las causas? Sería una combinación entre predisposición biológica y factores sociales.

Hay distintos tipos de psicópatas: el que comete delitos de forma continuada desde la infancia y el que pasa desapercibido, incluso llevando en apariencia una vida normal, pero que destroza la vida a personas cercanas a él de manera sutil.

Cuando establece relaciones, suelen ser de tres tipos: a) asociativas: para obtener un objetivo común (ambos narcisistas); b) tangenciales: víctima ocasional: c) complementarios: con un dependiente emocional, que alimenta su energía.

En una empresa, tras ingresar en la organización, el psicópata iría catalogando a los compañeros en función de la utilidad que podrían reportarle, potenciaría bulos y pondría en marcha todo un mecanismo de mobbing sobre aquellos que pudieran entorpecer sus planes para tratar de llegar a conseguir más poder o ascenso. Trata de demostrarse a sí mismo su valía mediante el dominio.

Puede llegar a fingir emociones que no siente. Sus sentimientos son muy superficiales. Puede parecer deprimido, cuando en realidad esté enojado por no haber salido los planes como tenía previsto.

Llega a fingir victimismo para encandilar a las víctimas, cuando posiblemente, las víctimas reales hayan sido todas esas personas que se ha ido topando.

Cuando la seducción y el lamento no le da resultado, puede llegar a ser muy hostil, con el fin de amedrentan y despreciar al que cree que ya no puede seducir.

Es muy mentiroso y suele contar historias que le dejen en buen lugar, aunque sean notablemente falsas o exageradas. También puede ser adulador e incluso tener un cierto encanto superficial. Es experto en identificar los puntos débiles o vulnerables de las personas.

Dado su enorme egocentrismo, se siente fácilmente ofendido, incluso entrando en cólera.

Justifica los delitos que comete. Es una forma de pensar que le permite mantener una autoestima positiva al tiempo que los realiza.

La psicopatía se interrelaciona con frecuencia con el trastorno sádico de la personalidad. La necesidad de dominar y humillar está continuamente presente.

Cuando el psicópata se vea confrontado, tratará de destrozar al otro e incluso presentarse como la víctima. Intentará manipular los hechos e incluso hacer sentir culpable a la verdadera víctima. En el caso de una relación de pareja entre un psicópata con un dependiente emocional, tratará de no perder ese vínculo que le provee de energía, con toda clase de manipulaciones, a fin de hacer creer que hay un verdadero amor y arrepentimiento.

Una de las cosas que más daño hace a un psicópata es el propio hecho de ignorarlo y no claudicar ante sus manipulaciones: la felicidad e indiferencia de su víctima.

Es importante reconocer a estas personas, para evitar caer en su juego macabro. Si ya se ha caído, salir cuanto antes de esa relación tóxica. Puede ser una pareja, un jefe, un compañero, etc. El sentimiento que sentirá el afectado tras esa ruptura será principalmente de alivio por esa liberación. Es necesario que pueda identificar las manipulaciones que seguirán por parte del psicópata durante ese proceso.

Si al trabajar con el coachee se advierte que pudiese ser víctima de esta situación, se debe esclarecer con él lo que está ocurriendo e incluso recomendarle ayuda legal y/o psicológica, de ser necesario.

 

Fátima Fernández Márquez

Coach AICM Nº12803

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