Comenzamos el mes de Septiembre con ganas de volver a una rutina familiar liberadora en algunos casos tras esos días de vacaciones, a continuar con nuestra vida laboral y los atascos de siempre, a las compras de fin de semana porque durante la semana no te da para más,…en fin, lo que siempre llamamos como la vuelta a la normalidad.
Seguramente estarás leyendo este artículo y estarás asentando con la cabeza porque es lo que te pasa a ti también. Deseando volver a coger otros días, un puente, una semana…de vacaciones nuevas y renovadoras.
Y volverá el ciclo de nuevo. ¿A que no te lo esperabas?, creo que sí.
Te hago una reflexión: y si...¿te tomas el día de hoy como si fuera el último?
Lo sé, suena a una pregunta drástica y negativa, pero y si te digo que como ser humano creemos que mañana y pasado mañana, y el otro, y el de dentro de un mes…es algo que creemos que nos pertenece pero que no es así.
Muchos vivimos con aspectos del pasado a cuesta, que nos condicionan el presente, nos lo moldean con esas vivencias o lecciones bien o mal aprendidas a actuar de una manera que quizás, y solo quizás, lo hubiéramos hecho de otra manera con otro pensamiento dentro de nuestra radiomente. Seguro que te planteas una situación, piensas cómo lo harías diferente, y seguramente sería así, o no, ni mejor ni peor, pero seguro que diferente. Nuestras vivencias condicionan nuestra personalidad y nuestra percepción de las cosas, pero abre tu radiomente para ser capaz de ver más allá de lo cotidiano y normal.
Tu pasado debe quedar ahí, pero en tu maleta tendrás lo aprendido, para bien o para mal,es así, pero tú has de decidir cómo llevar ese pasado.
Tu futuro, ¡pero si mientras te escribo estos párrafos ya se me ha pasado el futuro de hace 30 minutos!, es una paradoja pero es así. Dicen que el futuro lo tenemos escrito, pero pienso que lo escribimos al andar por la vida, pero andando ahora.
Con lo cual, vuelvo al momento de ahora, de este presente. Y si...¿tomo la decisión de sonreir a ese compañero de trabajo más soso que nada?, y si…¿saludo al entrar en la oficina con ganas y energía a la recepcionista?, y si...¿cuándo vea a mi hijo después de casi 10 horas le pregunto cuanto de feliz ha pasado el día en vez de que has hecho, has estudiado?, hay tantos y si…que necesitaría toda la revista de AICM para contároslo, pero podéis haceros vuestra propia lista.
Quizás no cambie la actitud de ese compañero de trabajo, ni de la recepcionista, y quizás ni la de tu hijo, pero y si…¿fuera que sí?, y aunque no lo sea, te diré querido lector, que la tuya sí que ha cambiado. Te has abierto a una mente más positiva, feliz, abierta, dando valor al carácter humano, a lo prioritario…
No te das cuenta, pero si cada día hiciéramos algo así, cambiaríamos el mundo.
Nuestra actitud ante las situaciones cotidianas harán nuestras vivencias de nuestro pasado, para tener ese futuro que anhelamos, porque ante todo queremos ser felices.
Es normal oir en mi oficina que otra vez es lunes, madre mía lo que queda para el viernes y el fin de semana, ufff!!!, pero es que se vuelve a escuchar lo mismo el martes, y el miércoles,…y te diría que el mismo viernes también se suspira porque el finde pasa rápido y dentro de nada volvemos al lunes. Reflexionar un poco. Vivimos deseando el futuro (ese fin de semana), con lo cual nos perdemos hoy, sea lunes, martes o miércoles. Con lo cual, de 7 días que tiene la semana, sólo vives ¿2?, sólo tienes 2 para hablar con ese compañero¿?, 2 para conversar con tus padres¿?, para llamar a ese amigo, con tu hijo¿?, ¿de verdad que es así?. Pues sí, la mayoría vive deseando llegar al sábado perdiéndose el día a día. Se nos va la vida deseando en vez de vivir el día de hoy, tu presente es tu vida, disfrútalo a tope, ríe, habla con los demás, llora, canta,…todo hoy. Vives hoy amig@.
Recuerda, y si.…
Rosa Mª Jiménez Barroso
Coach AICM Nº12732
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