Vivir en el presente implica la práctica de estar plenamente consciente y atento a lo que acontece en el momento actual, sin dejarse llevar por pensamientos sobre el pasado o preocupaciones acerca del futuro. Esta filosofía sostiene que la vida se desarrolla aquí y ahora, y que, a menudo, nos distraemos con reflexiones, ansiedades o inquietudes que nos alejan de la experiencia inmediata.
Adoptar esta perspectiva no significa ignorar el pasado o desestimar el futuro; más bien, se trata de encontrar un equilibrio que nos permita disfrutar de la vida en su forma más pura. Al centrarnos en el presente, podemos apreciar los pequeños momentos, cultivar la gratitud y mejorar nuestra salud mental y emocional.
Para lograr esta conexión con el presente, es fundamental desarrollar una conciencia plena, o mindfulness. Esto implica prestar atención a nuestros pensamientos, emociones y sensaciones físicas sin juzgarlos. Practicar la meditación, incluso por unos minutos al día, puede ayudarnos a centrarnos en el aquí y el ahora. Al sentarnos en silencio, cerramos los ojos y respiramos profundamente, podemos conectar con nuestro cuerpo y dejar que las preocupaciones se disuelvan momentáneamente.
Otra técnica efectiva es la gratitud. Tomarse un momento cada día para reflexionar sobre lo que tenemos y lo que nos hace felices en el presente puede cambiar nuestra perspectiva. Ya sea un rayo de sol que entra por la ventana, una taza de café caliente o una conversación con un amigo, reconocer estos pequeños momentos nos ancla en la realidad y nos ayuda a valorar lo que somos y lo que tenemos.
Además, es crucial aprender a soltar. A menudo, nos aferramos a recuerdos del pasado o nos preocupamos excesivamente por lo que está por venir. Practicar el arte de dejar ir puede ser liberador. Esto no significa ignorar nuestras responsabilidades o aprender del pasado; se trata de no dejar que estos elementos nos roben la paz en el presente. Una forma de hacerlo es a través de la escritura. Anotar nuestros pensamientos y preocupaciones en un diario puede ayudarnos a procesarlos y liberarlos.
Al relacionarnos con los demás, también es importante estar presente. Escuchar activamente a quienes nos rodean, sin distracciones, y mostrar interés genuino en sus palabras fortalece nuestras conexiones y nos permite disfrutar más de cada interacción. La calidad de nuestras relaciones se incrementa cuando nos enfocamos en el momento compartido.
Disfrutar de las actividades cotidianas, desde un paseo por el parque hasta una simple comida, puede ser una forma poderosa de vivir en el presente. Al involucrarnos completamente en estas experiencias, apreciamos cada detalle y las hacemos más significativas.
Vivir en el presente no es solo una técnica de relajación, sino un estilo de vida que puede transformar nuestra manera de ver el mundo. Nos permite ser más resilientes ante los desafíos, reducir el estrés y aumentar nuestra satisfacción general. A medida que practicamos la atención plena, nos damos cuenta de que el presente es un regalo que merece ser celebrado. Así, cada día se convierte en una oportunidad para redescubrir la belleza de lo cotidiano y encontrar alegría en lo simple. Esto nos invita a ser más conscientes, no solo de nuestras propias vidas, sino también de las vidas de aquellos que nos rodean, creando así un círculo de conexión y aprecio que enriquece nuestra existencia.
Beneficios de vivir en el presente:
- Mejora nuestra forma de pensar.
- Aumento de la Felicidad: Disfrutar y apreciar el aquí y el ahora puede incrementar la satisfacción y la felicidad, ya que se valoran más las pequeñas cosas de la vida.
- Nos permite identificar signos de malestar, respecto a experiencias o sentimientos.
- Flexibilidad en las respuestas: ser conscientes de nuestras creencias y emociones, nos permitirá valorar cuales son nuestros prejuicios o tendencias, desaprenderlos y gestionarlos.
- Mejora la concentración, atención sostenida e intuición.
- Equilibrio emocional: Favorece la gestión de los estados de ánimo y las estrategias de afrontamiento de los mismos.
- Empatía y autoestima.
- Fomento de la creatividad: vivir en el presente puede abrir la mente a nuevas ideas y perspectivas, lo que puede estimular la creatividad.
- Mejora de la salud física: La reducción del estrés y la ansiedad puede tener beneficios para la salud física, como una mejor función inmunológica, menor riesgo de enfermedades cardíacas y una mejor calidad de sueño.
- Aumento de la resiliencia: Al aprenderá estar presente y aceptar las experiencias tal como son, se puede desarrollar una mayor capacidad para enfrentar adversidades y desafíos.
- Mejora la toma de decisiones: Estar presente permite evaluar mejor las situaciones y tomar decisiones más conscientes y fundamentadas.
Yerei Ariza Pozas
Coach AICM 13700
Más información de la autora AQUÍ