Comparte

 

¿Te ha pasado que llegas a casa y ni recuerdas cómo condujiste? ¿O que pasan los días, las semanas, y sientes que simplemente los sobreviviste, sin realmente vivirlos? Si es así́, tal vez estés viviendo en piloto automático.

Hay momentos en los que sentimos que los días pasan sin dejarnos huella. Nos levantamos, cumplimos con lo que toca, revisamos el teléfono, vamos de una tarea a otra… y al final del día, no sabemos en qué se nos fue el tiempo. Todo parece estar “bien”, pero al mismo tiempo, algo falta.

Vivir en piloto automático no siempre se nota al principio. Es sutil. Se esconde detrás de la rutina, de la costumbre, del “tengo que”. Poco a poco, dejamos de preguntarnos si lo que hacemos tiene sentido para nosotros. Actuamos más por inercia que por elección. Funcionamos… pero no sentimos que realmente estamos viviendo.

Este no es un problema raro ni exclusivo de algunos. Es una experiencia humana común. La buena noticia es que también es reversible. Pero primero, hace falta darse cuenta. Detenerse. Mirarse. Y desde ahí́, empezar a reconectar.

¿Qué significa vivir en piloto automático?

Vivir en piloto automático es operar desde la inercia. Es hacer las cosas porque “así́ toca”, porque “siempre ha sido así́”, o simplemente porque no te has detenido a cuestionarlas. Es levantarte, cumplir una rutina mecánica, ir al trabajo, cumplir con tus tareas, volver a casa, dormir… y repetir. Es existir sin presencia.

No significa que estés haciendo algo mal. Al contrario: tu cerebro automatiza comportamientos para ahorrar energía. El problema aparece cuando esta automatización se extiende a decisiones importantes, relaciones, sueños o incluso a tu propósito de vida.

¿Cómo saber si estás viviendo en piloto automático?

Aquí́ tienes algunas señales:

  1. No recuerdas detalles de tu día. ¿Desayunaste hoy? ¿Con quién hablaste? Si tienes que pensarlo mucho, es una señal clara. Estás tan desconectado del presente que las horas pasan sin dejar huella.
  1. Sientes que todo es “lo mismo de siempre”. Una rutina puede ser buena. Pero si cada día te parece un “copy-paste” del anterior, podrías estar atrapado en una vida sin intención.
  2. Reaccionas en vez de elegir. Cuando todo te irrita, cuando solo reaccionas a lo que pasa sin detenerte a pensar cómo quieres responder, el piloto automático está al mando.
  3. Tienes la sensación de estar desconectado. Desconectado de ti, de tus emociones, de tus objetivos. Estás presente físicamente, pero emocionalmente ausente.
  4. Postergas constantemente lo que realmente quieres. Sabes que quieres cambiar de trabajo, mejorar tu salud, escribir ese libro… pero siempre es “cuando tenga tiempo”. El problema es que ese momento nunca llega.

¿Cómo desactivar el piloto automático y reconectar con tu vida?

  1. Haz pausas conscientes. Antes de entrar en piloto automático por la mañana, haz una pausa. Respira. Pregúntate: ¿Qué quiero para mí hoy? Una pausa de 30 segundos puede cambiar el rumbo del día.
  2. Cuestiona tus rutinas. No todo lo que haces “porque sí” tiene sentido. ¿Estás en ese trabajo porque lo amas, o porque simplemente no te has detenido a pensar en otra opción?
  3. Escribe para reconectar. Escribir sin filtro te conecta contigo. ¿Qué estás sintiendo? ¿Qué necesitas? ¿Qué sueñas? El papel no juzga, y tú puedes sorprenderte con tus propias respuestas.
  4. Haz algo diferente a propósito. Romper la rutina, aunque sea con algo pequeño (como cambiar la ruta al trabajo, probar un hobby nuevo o hablar con alguien diferente), despierta tu atención y te saca de la niebla.
  5. Dedica tiempo a lo que te hace sentir vivo. No hablo de grandes cosas. A veces una conversación honesta, una caminata sin prisa, o 20 minutos de lectura pueden devolverte el pulso.
  6. Busca acompañamiento si lo necesitas. Un proceso de Coaching personal puede ayudarte a ver lo que tú no estás viendo, y a diseñar una vida más alineada con tu autenticidad.

Sal del modo supervivencia: tú no viniste solo a “cumplir”

La vida no se trata de aguantar hasta el viernes o las vacaciones. Se trata de estar presente, de elegir, de experimentar. Y si te diste cuenta de que estabas en piloto automático, ¡felicidades! Esa conciencia es el primer paso para retomar el volante.

Vivir con intención no es tener una vida perfecta, sino una vida consciente.

 

Yerei Ariza Pozas

Coach AICM No 13700

Más información de la autora AQUÍ