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El conocimiento es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad (Aristóteles)

En unas de las asignaturas que cursé, revisamos como funciona el Sistema Respiratorio y tuvimos que leer variada información relacionada. Parece sencillo decir: los pulmones sirven, para proporcionarnos el oxígeno que necesitamos para vivir; pero seguir la trayectoria del aire, desde que entra a nuestro organismo, es un poco más complicado, uno va entendiendo lo importante que es mantener el ritmo de la respiración en cada momento, para que este sistema mantenga su equilibrio y pueda cumplir con sus funciones adecuadamente.

Cuando alguien nos ve algo estresados nos dicen: respira despacio o respira y contén el aire, etc.; y es verdad, que esas técnicas de respiración son buenas, para desconectar del estrés por un momento, y la pregunta es: ¿qué pasaría, si cada día sin estar estresados, realizáramos esas prácticas?… Pues, formaríamos un hábito y el estrés no se apoderaría de nosotros, y si la situación fuera tan desbordante, nuestro organismo inconscientemente se protegería con una adecuada respiración porque ya la conoce. Un claro ejemplo de estas prácticas son los yoguis, integrantes del budismo, que mantienen la calma, incluso ante la muerte. El científico Richard Davidson, es el que más ha investigado, el funcionamiento cerebral de estas personas y afirma que la actividad del cerebro cambia con las prácticas que ellos realizan siempre, como son: la relajación, la respiración, la concentración entre otras. Mi intención en este texto no es que se vuelvan yoguis, sólo deseo compartir el tema, sobre la importancia de ser consciente del ritmo de la respiración.

Vivir y dejar vivir no es suficiente, vivir y ayudar a vivir no es demasiado (Madison)

En estos días de tanta confusión por el problema de la pandemia, y el confinamiento dentro de los hogares, se viven momentos muy difíciles y esta realidad nos está afectando, es cuando más necesitamos mantener el ritmo adecuado de la respiración. Se trata de formar un hábito, es tan necesario tanto para los adultos como para los niños, aunque ellos no entienden la magnitud de lo que está pasando, si captan las sensaciones que transmiten las personas de su entorno cercano, y tambien se estresan, manifestándolo a través del mal humor, de caprichos o del llanto; felizmente existen muchas técnicas que utilizan el juego, para enseñarles a los más pequeños como deben respirar. Para lograr este objetivo se utiliza el soplo, se le dice que suavemente, jale aire por la nariz, lo retenga un ratito y que sople un objeto, con estos tres pasos, se inicia el ejercicio: inhalar, retener y expulsar el aire lo más que pueda. Para los más pequeños se les puede contar un cuento, por ejemplo, del lobo y se le pregunta ¿cómo sopla el lobo?, o pueden utilizar pelotitas de pingpong o de algodón o algún juguete liviano, que pueda avanzar al soplar en un trayecto corto, porque pueden fatigarse, y darles espacio para que se recuperen, la persona que los guía deberá hacerlo primero para que ellos imiten. Cada día un ejercicio de soplo es suficiente, cuando estén familiarizados con el ejercicio, resultará beneficioso hacerlo tambien antes de dormir.

En esta oportunidad los invito a realizar la Estrella Giradora en origami, para practicar los ejercicios del soplo y de la respiración. El origami es el arte de armar figuras en papel siguiendo las marcas del doblado; además es una herramienta para desarrollar habilidades en los niños o recuperar algunas funciones perdidas en los adultos, relacionados con la motricidad fina.

Materiales:

  • 8 láminas de papel de 7.5×7.5cm
  • 1 lámina 7.5×7.5cm., cortada en diagonal para hacer una varita donde girará la estrella
  • Pegamento, para que la estrella no se desarme al darle uso.
  • Tijeras, para cortar las puntas de la estrella, por donde se introducirá la varita.

Después de terminar el armado de la estrella, se cortarán las puntas y en cada una, se le pondrá una gota de pegamento, para que no se desarme al darle uso y con la mitad de la lámina extra, se hará una varita, enrollando el papel desde una esquina. Terminado todo, se introduce la varita por los agujeros como se muestra en la última foto, el niño sujetará la varita por los dos lados, soplará y la estrella girará.

María Mizuno

Coach AICM Nº 12154

 

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