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“Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos”. (Thomas Carlyle, 1795-1881)

El conocido Bambú es una planta que crece en los lugares que presentan un clima cálido y húmedo, se estima que existen más de 600 especies, los habitantes de estas zonas conocen la utilidad de sus tallos por ser fuertes y relativamente fáciles de manipular al ser huecos en su interior, pudiéndose delimitar espacios, confeccionar utensilios, y otros tantos objetos de artesanía, ya que otra de sus características es la flexibilidad que lo hace singular.

El país más conocido por admirar y utilizar las cualidades del bambú es Japón, se le llama Take en japones siendo para ellos un símbolo que representa además de la  fuerza y la flexibilidad, la estabilidad y la paciencia,  ya que  antes de salir el primer brote han pasado siete años desde que la semilla entró a la tierra, y  durante todo este tiempo fue utilizado para desarrollar un complejo sistema de raíces que serán  las bases del árbol, necesitando sólo seis semanas para alcanzar una altura de 30 metros de alto, dando después de algunos años su flor,  ésta darán sus semillas para empezar un nuevo ciclo,  y es cuando el árbol muere, el tronco cambiará del color verde al  Marrón, llamándose  a los nuevos brotes Takenoko y se utilizan como alimento en la cocina japonesa.

Al ser una planta milenaria también se ha escrito una bella historia llamada “Kaguya Hime” o La princesa Kaguya en su traducción al español, y que pertenece a la mitología japonesa, escrita en el año de 1.592 y considerada la historia más antigua. En un breve resumen les cuento la historia: Había un agricultor que fue a cortar Take y vio que uno de los troncos brillaba, por la curiosidad lo cortó y dentro encontró una hermosa y pequeña niña que media unos siete centímetros de tamaño, él junto con su esposa la acogieron y la criaron como si fuera su propia hija, ya que ellos no podían tener hijos.  La niña crecía a una velocidad impresionante, y el agricultor cada vez que iba a cortar Take encontraba en algunos de los árboles pepitas de oro o piedras preciosas, siendo así que en poco tiempo se hizo millonario y pudo mudarse del campo a la ciudad, para darle a la niña una educación de princesa.

Cuando se hizo mayor muchos caballeros querían casarse con ella, pero Kaguya Hime los rechazo a todos. Enterado el Emperador de su belleza fue a conocerla y se enamoró de ella, pero igualmente fue rechazado.  Una noche de luna llena habló con sus padres y les dijo que ella no era de este mundo, que venía de la luna y que su estancia en la tierra terminaba esta noche, los padres sufrieron mucho pero no pudieron detenerla, ya que del cielo bajaron unos seres y se la llevaron en una nube. Antes de partir Kaguya Hime dejo para que entregaran al emperador una carta y un elixir para vivir eternamente. El emperador recibió con tristeza los regalos diciendo: ¿para qué vivir eternamente si la princesa ya no está en este mundo?, pidiendo a su ejército que llevaran estos regalos a la montaña más alta de Japón, es decir al monte Fuji para que los enterraran allí, y desde entonces cuando el volcán Fuji expulsa humo se recuerda que allí se están quemando los regalos de la princesa y que el emperador rechazó en su día.

“Trabaja en tus debilidades hasta que se conviertan en tus fortalezas” (Diego A. Mejía)

Tal vez estemos de acuerdo con el lector de que al Take se le considere un símbolo de fortaleza, que nos invita a muchas reflexiones y que podemos considerarlo como una analogía con el desarrollo de la persona, es decir darle a los niños una formación con una base sólida que sería la seguridad emocional que dan los padres a sus hijos en la niñez, mediante una educación con valores morales, sociales y cívicos, para que cuando sean mayores puedan ser fuertes sin ser agresivos y flexibles sin ser débiles ante los retos de la vida  como el Take, que al ser fuerte y flexible puede soportar el peso de la nieve que al caerle encima se dobla pero sin romperse, o las fuerzas del viento que lo sacude durante la tempestad para volver a erguirse hasta completar su ciclo de vida.

Siendo una planta muy conocida en muchos lugares del mundo, pienso que resultaría interesante para los niños escuchar sus características, y la historia más antigua de Japón escrita en pergamino, como es Kaguya Hime, mientras hacemos unas plantas de Take en el arte del origami empleando el diseño que se usa en la decoración del Año Nuevo en Japón. El origami es el arte de armar figuras de papel siguiendo las líneas de los trazos que se formar al doblarlo y desdoblarlo para conseguir el diseño elegido, además ayuda a desarrollar la concentración, la atención, la creatividad, y al hacerlo repetidamente favorece la motricidad fina necesaria para realizar trabajos de precisión.

Materiales:

  • 2 láminas de papel de origami de color verde en dos tonos diferentes, una para las hojas y otra para el tallo del Take o bambú.
  • Un rotulador verde oscuro para para señalar los nudos del tronco y pegamento para unir las varillas y las hojas.
  • 1 lámina de papel marrón para representar la tierra donde se colocará el Take, y se introducirá en una cajita de su preferencia, como se muestra en la última foto.

Indicaciones: las tres varillas que forman el tronco del Take han sido confeccionadas cortando la lámina del papel de origami en 3 partes, cada una de ellas mide 5 cm. X 15cm. las que se enrollarán en diagonal.

Las hojas han sido confeccionadas con láminas de 7.5 x 7.5cm.cm que resulta de cortar la lámina original en cuatro partes, al terminar las hojas después de unir la base con pegamento se abrirán y luego se rizarán para que la hoja se curve.  Para los más pequeños se sugiere realizarlas primero en la lámina entera porque el armado final es un poco complicado por lo que debe ser realizado en compañía de una persona mayor que pueda guiarlo. En el caso de utilizar las hojas grandes, las varas que formarán el Take serán en proporción al tamaño de las hojas.

Las Hojas:

Los tallos:

El resultado:

 

María Mizuno

Coach AICM Nº 12154

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