“Somos viajeros del tiempo. Venimos a aprender, compartir, tocar almas, dar amor, transformarnos y partir sin apegos”
La tortuga es un reptil caracterizado por poseer un caparazón que protege sus órganos vitales, y donde se adhiere su columna vertebral, por lo que la respiración la realiza gracias a la contracción de sus músculos abdominales, carecen de dientes, pero tienen una mandíbula muy fuerte en forma de pico. Según la especie las hay terrestres, acuáticas de mar y de agua dulce y su alimentación depende de su hábitat, caracterizándose por ser lentas en sus movimientos y vivir muchos años, siendo consideradas por muchas culturas como un emblema de longevidad, serenidad y paciencia.
Antiguamente en Japón se pensaba que las tortugas vivían 10,000 años, prácticamente una eternidad, por lo que no faltó que alguien creara una historia, incluyéndola como un personaje inmortal. En el año 478 en el Nihonshoki, (libro que recopila las historias, las leyendas y los sucesos más antiguos de Japón), se encontró la historia de Urashima Tarou, que es el protagonista. Algunas enseñanzas que aporta esta historia fueron reconocidas, adaptándolas e incluyéndolas en los textos escolares de la época, para luego cada departamento de Japón hacerlas propias, variando algunas veces el contenido, pero conservando los personajes y sus enseñanzas. Se considera especial porque a pesar de su antigüedad el autor visualizó dos dimensiones paralelas en el tiempo. Fue entonada como canción, llevada el cine y al teatro, existiendo mangas de este tema. En español se titula “La tortuga y el pescador”.
Urashima Tarou, es un joven pescador y de nobles sentimientos que salva a 
una tortuga devolviéndola al mar. La tortuga regresa para invitarlo al palacio del Dios de los mares para agradecerle su bondad, él acepta y se sube el lomo de la tortuga que lo lleva al fondo del mar. Fue recibido con gran amabilidad, y todo pasó tan rápido que no se dio cuenta que podía respirar debajo del agua. El lujo del palacio, la belleza de la hija del Dios de los mares, la comida y la bebida le hicieron olvidar que él no pertenecía a ese mundo, hasta que en un momento de lucidez recordó que su padre lo estaría esperando, despidiéndose agradecido de la princesa y recibiendo un cofre de ella, diciéndole que este lo protegería, pero que nunca lo abriera para poder así volver al palacio del Dios de los mares.
La tortuga lo llevó de regreso hasta la orilla del mar, corriendo hacia su humilde casa, pero al no encontrarla, preguntó por su padre, el Sr. Urashima, respondiéndole un anciano que había una leyenda desde hacía 300 años, que hablaba de un joven con ese nombre que se perdió en el mar, y que su padre lo buscó sin poder encontrarlo por lo que murió de pena. El joven comprendió la triste realidad, o sea, que el tiempo transcurrido en el fondo del mar había pasado muy lentamente. Pensando que podría encontrar alguna respuesta dentro del cofre lo abrió, saliendo al instante un humo que lo envolvió completamente, y en ese momento empezó a perder fuerzas, su piel se arrugó, entendiendo entonces que había realizado un viaje en el tiempo, y que ese tiempo que no vivió en la superficie la princesa lo había guardado en el cofre, por lo que desesperado intento volver al mar, pero su cuerpo se desvaneció, ya que la vida también había terminado para él.
“No puedes modificar tu pasado, pero no olvides que el presente es el pasado de mañana”
Mi reflexión es, que cuando la vida nos sonríe no debemos olvidar a ese ser que nos amó incondicionalmente, y para el lector, ¿qué otra reflexión se podría rescatar de esta bonita historia? Mientras comentan en familia su propia reflexión les invito a armar una preciosa tortuguita en origami. El origami es el arte de armar figuras de papel siguiendo los trazos que se marcan en el diseño, y que además es una herramienta que ayuda a desarrollar la concentración, la creatividad y la observación, fortaleciendo con la practica la motricidad fina, necesaria para hacer trabajos de precisión. ¡Manos a la obra!
https://youtu.be/JMQ0WgEhQmo (Link explicativo para construir el origami de la tortuga)
Materiales: 1 lámina de 15 cm x 15 cm
Indicaciones: A partir del paso 3 – 8 repetir los dobles en la parte anterior y posterior. En el 9 subir hacia arriba lo que serán las patas delanteras. En el paso 10 abrir todo el cuerpo y formar la cabeza.
María Mizuno
Coach AICM Nº 12154
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