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¡Que importante es dormir bien! Nuestra salud, tanto física como mental, depende mucho de nuestro descanso. Mientras dormimos, nuestro cuerpo recarga energía, repara daños, nuestro cerebro fija conocimientos y así al despertar volvemos a empezar descansados y preparados para afrontar otro día.

Pero ¿qué pasa cuando no dormimos bien? ¿Cuándo no descansamos bien? Nuestro cuerpo y nuestra mente se resienten y no se cargan ni se regeneran llevándonos a un estado de cansancio y malestar que nos impide ser nosotros mismos.

Ahora bien, el sueño y dormir bien se puede entrenar. Si, si, claro que se puede. Y voy a darte algunos consejos para que tu descanso sea más efectivo y te levantes con mucho más ánimo y energía.

Lo primero que te recomiendo es que te marques una hora para acostarte y para levantarte. Se realista, piensa en como es tu día y busca la hora que realmente puedas cumplir. No podemos levantarnos a las siete de la mañana si trabajas hasta las dos de la madrugada. Tenemos que ser honestos con nosotros mismos y tener en cuenta que hay que cumplir con lo marcado dentro de lo posible. Procura que sean siete horas, mas o menos.

Establece un ambiente agradable y apropiado que te ayude. Un lugar bien ventilado, oscuro y silencioso.

Otra cuestión para tener en cuenta es algo muy sencillo: la cama es para dormir y para tener relaciones sexuales. Es decir, a la cama no se va a ver la tele, a jugar a videojuegos, a leer; se va a dormir. Este punto es importante porque si no eres capaz de dormirte en 20 minutos, te aconsejo que te levantes y busques algo que hacer que te relaje, que te calme para después de un rato volver a intentarlo.

Para que nos resulte más fácil podemos incorporar una rutina de preparación para el sueño que nos indique que es hora de dormir.

¿Qué te parece? Te doy alguna sugerencia, si me permites.

Un par de horas antes de tu hora de dormir intenta hacer actividades que te relajen, que te hagan sentir bien. Nada de facturas, discusiones, o riñas familiares. Si te apetece puedes practicar alguna técnica de relajación que te ayude.

Cena más temprano y ligero para que cuando te vayas a dormir tu digestión no te impida conciliar el sueño. Evita comidas pesadas, la cafeína, la nicotina, el alcohol y el ejercicio físico antes de acostarte. Al menos tres horas de diferencia, es lo recomendado por los expertos. El ejercicio físico es mejor durante el día, incluso a primera hora de la mañana, porque te activará y tendrás energía para enfrentarte a todas tus tareas.

Por supuesto no tomes somníferos, pueden producir efecto rebote y sólo se deben tomar bajo supervisión de tu médico.

Intenta cumplir tu horario, aunque no hayas dormido muchas horas. Al principio puede resultarte complicado, pero con práctica lograrás sentirte mejor. Si por el día te sientes somnoliento, levántate y muévete, haz estiramientos, bebe agua para hidratarte, descansa cinco minutos, piensa en algo que te active.

A veces cuando tenemos un problema o preocupación, se vuelve recurrente y antes de dormir le damos mil vueltas y no conciliamos el sueño. Para evitar esta situación, te propongo que busques un rato durante el día, mejor siempre a la misma hora, en el que pensarás y te preocuparás de esos problemas, donde desarrollar planes específicos para manejarlos y solucionarlos. Así cuando llegue tu hora de dormir ya no tendrás esos pensamientos en tu cabeza y podrás descansar mucho mejor.

¿Qué te parece todo esto que te cuento? ¿Te resulta útil? Espero que sí. Ponlo en práctica.

Ya sabes que puedes dejar tus comentarios y que estaré encantada de responder a todas tus dudas.

Por cierto, me olvidaba: tener una buena almohada es imprescindible, ¡al menos para mí!

Un saludo y felices sueños.

 

María Jesús López

Coach AICM Nº 12805

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